martes, mayo 19, 2015

SIN FAMILIA, SIN TRABAJO


 Evangelio en la calle 

Observo familias en las que se dan buen entendimiento y ayuda mutua en medio de las dificultades de la vida. Su unión es una gran fuerza entre tantas adversidades especialmente ante la falta de trabajo y de derechos sociales. El paro destroza a algunas de ellas.
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Veo otras en las cuales alguna parte o todas tienen trabajo (o pensión). La realización personal, ganas de vivir, cansancio, reconocimiento social y la aportación necesaria para satisfacer las necesidades les viene de su trabajo. A veces, el individualismo y la competencia les juegan una mala partida.
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Miro a tanta gente que se encuentra sola a su pesar y sin pretenderlo: Sin familia. Le salieron las cosas mal o son emigrantes que tienen la familia lejos (recuerdo ahora a mis conocidos). Algunos de ellos viven en paz, otros, desajustados, van de acá para allá, su casa es la calle, y su soledad, enorme.

Me detengo ante esos miles y millones que no tienen trabajo. No encuentran por más que buscan. Como mi vecino o el tuyo. Hasta llegan a acostumbrarse a vivir sin trabajar ¡Qué horror! ¡Qué pena de sociedad que deja en la cuneta a sus hijos más necesitados!

Me queda otra constatación: La vida de aquellas personas que viven sin familia y sin trabajo. Todos observamos, vemos, miramos y nos detenemos (algunos quieren ocultarlo) ante tanta gente así. ¿Eso es vida? Los tenemos tan cerca… sin cariño, sin apoyo, sin reconocimiento social, lejos de los suyos, sin un euro, en el anonimato, indiferencia, olvido y hasta rechazo.

Contemplo, finalmente, el Evangelio como referente y aparece la Familia de Nazaret. Tuvo dudas (Mateo 1,19), padeció la emigración (Mateo 2, 13-21), fue presentada como signo de contradicción (Lucas 2,34) y se ganó el pan con el sudor de su frente (Marcos 6,3). Familia, trabajo y lucha fueron sus credenciales.

¿Los que tenemos familia y/o trabajo podemos convertir nuestra acción de gracias a Dios en la creación de una nueva sociedad, al estilo de Jesús, en la que no tengan cabida los sin familia o/y sin trabajo?


¡Qué gran tarea!



Antonio Hernández-Carrillo
"TU" número 162

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