sábado, diciembre 24, 2016

NAVIDAD POR UN TRABAJO DIGNO


 Evangelio en la calle.


Navidad siempre será recuerdo,ternura y cercanía de ese NIÑO que nos enseña lo que es verdaderamente importante en la vida. Un NIÑO que nace en la pobreza más severa y que, sin embargo, es “camino, verdad y vida” (Jn 14,6) de la presencia de Dios en el mundo. Es la verdadera luz de la Navidad: “La gloria del Señor los envolvió con su luz” (Lc 2, 9). Con él empieza la posibilidad de la liberación más radical ya que sus señas de identidad son la bondad, paz y justicia (Isaías 11, 1-10).

Pablo dice en su Carta a Tito (2, 11-12: este texto se proclama en la Misa del Gallo, corazón de la Navidad): “Se ha manifestado la gracia de Dios, que trae la salvación para todos los hombres, ella nos enseña a renunciar a la vida sin religión y a los deseos del mundo y a llevar ya en el tiempo presente una vida sobria, justa y religiosa”. Este mensaje explica el fundamento, el quicio y la razón de ser de la Navidad. ¿Qué quiere decir? Digámoslo sencillamente en el sentido que el Papa Francisco le dio en la Misa del Gallo 2015 y en la perspectiva del “trabajo digno sociedad decente” (Campaña de la HOAC):

1º: Fomentar actitudes de sobriedad que nos lleven a compartir la vida y la lucha (¡ojalá hubiera más!) de los sin trabajo. 2º: Tener una gran comprensión de lo que significa hoy la justicia peleando por más trabajo y mejor trabajo y 3º: Entender la religiosidad como compasión ante el sufrimiento de tantas familias ahogadas por el peso del paro sin acostumbrarnos a que, por desgracia, vaya siendo tan normal.

Esta forma de celebrar la Navidad no tiene nada que ver, siguiendo el texto anterior de Pablo, con una vida acomodada “a los deseos de este mundo”, que no quiere decir otra cosa nada más que vivir abandonados a nuestros propios caprichos siguiendo los dictámenes del consumismo alienante.

¡Felices los que luchan por un trabajo digno en la Navidad y siempre!

Antonio Hernández-Carrillo
 "TU" número 173 

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