En
el Año de la Fe, os proponemos salir al encuentro con Cristo
reconociéndolo en las difíciles condiciones de vida y trabajo del mundo
obrero. Encontrarse con Él en los rostros de mujeres y hombres que no
tienen trabajo o que lo tienen en condiciones cada vez más precarias e
inseguras. Reconocerlo en las angustias de tantas familias que no llegan
a fin de mes, en las desesperanzas de tantos jóvenes que no han tenido
aún, -ni saben cuándo podrán encontrar- un empleo que les permita hacer
planes de futuro y ejercer la vocación profesional para la que tan
largamente se vienen preparando.
Os enviamos una reflexión que
quiere ayudar a describir la situación creada por las normas más
recientes en materia laboral, a conocer cómo afectan las decisiones
políticas a la vida de las personas y familias y discernir con criterios
eclesiales para combatir la deshumanización que se da en el mundo del
trabajo hoy, con esperanza en el Resucitado.
Así mismo, os adjuntamos unas peticiones centradas en las necesidades de las trabajadoras y trabajadores, que podéis incluir estos días en la oración de los fieles.
Este 1º de Mayo, la celebración diocesana de la Eucaristía la
haremos a las 10 de la mañana en la parroquia de San Juan de Ávila, en
La Chana.
La fe en el Resucitado nos mueve a la Iglesia a salir de nosotros
mismos y, junto a otros, hacer experiencias de comunión, cooperación y
fraternidad. A unir amor y justicia, poniendo en el centro de nuestra
acción humanizadora a las víctimas de la deshumanización, especialmente a
los empobrecidos.
Siempre a vuestro servicio, os enviamos un abrazo en Cristo Obrero.
Secretariado de Pastoral Obrera y del Trabajo de Granada
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