sábado, julio 05, 2014

Nuestra opinión en papel


"DEMOCRACIA o CAPITALISMO: 
he aquí el verdadero problema"
   
En estos tiempos andan alterados muchos de nuestros conciudadanos, gritando desaforados a favor de la República unos, a favor de la Monarquía otros.

Mientras tanto, el sistema socio-económico imperante se frota las manos, sabiendo que sus “súbditos” están entretenidos con República o Monarquía, y así dejarán tranquilo al , que podrá seguir haciendo de las suyas. Y más en estas semanas del campeonato mundial de futbol.

Porque el verdadero problema de nuestra sociedad (y de nuestro mundo), no es si Monarquía o República. El verdadero problema es el sistema económico-financiero dominante, que ha hecho del dinero un dios tirano, como ha repetido el Papa Francisco. El verdadero problema es que el dinero y los amos de él son los que manejan la marcha de la sociedad. El verdadero problema es que la economía, la política y todo está organizado al servicio del gran capital, no al servicio de la persona. El verdadero problema es que cada persona y todas las personas no tengan garantizados sus derechos fundamentales, para poder vivir con dignidad. El verdadero problema es este sistema social que tenemos, que va creando pobres, cada vez más numerosos y más pobres. El verdadero problema es este sistema capitalista, o neo-capitalista, o como quieras llamarlo, que se sustenta en el dios dinero y ha convertido a la persona en
, de tal manera que si no produces y/o consumes, no cuentas, sobras en la sociedad.


Siendo esto así, poco importa que sea República o Monarquía la forma de gobierno en el país, pues quien manda en realidad son los amos del dinero. Y como dice el Papa Francisco: “Mientras no se resuelvan radicalmente los problemas de los pobres, renunciando a la autonomía absoluta de los mercados y de la especulación financiera y atacando las causas estructurales de la inequidad, no se resolverán los problemas del mundo y en definitiva ningún problema. La inequidad es raíz de los males sociales” (La alegría del evangelio, nº 202).

A este sistema socio-económico le interesa que los ciudadanos estén distraídos en otros menesteres, en los “panem et circenses”, como ya se decía en el Imperio Romano, para que así los verdaderos amos y señores puedan seguir haciendo de las suyas, cuidando sus intereses y engordando a más y mejor.

No es Monarquía o República lo que solucionará este serio problema; sino que la solución vendrá por la construcción de una verdadera Democracia.

Y he dicho ; porque existen Democracias, muy puestas como ejemplo, pero que también están al servicio del gran capitán, que es el capital financiero y de los mercados.

Verdadera Democracia es aquella que, como su etimología indica, sea el pueblo el que domine y gobierne. Verdadera Democracia es aquella en que se reconocen y protegen los derechos fundamentales de toda persona y se ayuda a que los disfrute. Verdadera Democracia es aquella en la que todas sus instituciones – económicas, políticas, culturales, sanitarias- estén orientadas al servicio de la persona. Verdadera Democracia es aquella en la que todos disponen de lo necesario para una vida humana digna. Verdadera Democracia es aquella en la que es una realidad la igualdad y la libertad para todos. Verdadera Democracia es aquella organización de la sociedad en la que los últimos son considerados y atendidos como los primeros. Verdadera Democracia es aquella en la que se vive el destino universal de los bienes y por ello mismo, cada ciudadano puede poseer lo necesario para vivir y trabajar. Verdadera Democracia es aquella en la que la solidaridad y la fraternidad están a la orden del día.

Me dirás, lector amigo, que esto es una utopía. Y yo te respondo que efectivamente es una utopía, la gran utopía. Pero ojo!: entendamos esa palabra en su verdadero significado. no es lo mismo que una meta ilusa, un ensueño irrealizable, un entretenimiento para desocupados.

No.
es una palabra de origen griego que significa , o mejor, . La utopía es la fuerza transformadora, que cuando prende en un corazón, no lo deja tranquilo. Es la instancia crítica, que no te permite cruzarte de brazos ante el injustamente tratado. Es la voz susurrante que, si la escuchas, te empuja a acercarte al de abajo para ayudarle a que se levante. Es la luz que, si la miras, te ilumina por dentro y te hace ver que los que sufren son hermanos tuyos. Es el fuego purificador que te quema las entrañas cuando ves que son pisoteados los débiles. Es el viento que barre y empuja con fuerza incoercible. Es la fuerza de los débiles; el tesoro de los pobres; la vida de los moribundos; la esperanza de los excluídos.

Por eso hay que luchar a favor de conseguir la utopía de la verdadera Democracia, para hacer un mundo humano y fraterno; una sociedad de hombres libres y solidarios. Y si somos creyentes, más motivos tenemos aún para luchar por esa Utopía, pues seguimos al gran Utópico, Jesús de Nazaret, que dijo que el reino de Dios está entre nosotros.


Ignacio Peláez Pizarro
Militante Hoac. Motril

 

No hay comentarios: