sábado, mayo 23, 2015

Nuestra opinión en papel


 "Liberar a los derechos sociales del empleo"

En el interior de la Hermandad Obrera de Acción Católica (HOAC) y en otras organizaciones sociales llevamos tiempo dialogando lo que es el trabajo y lo que es el empleo. Como fruto de esos diálogos queremos exponer a la opinión pública, en síntesis, esta reflexión para contribuir al debate y toma de postura.

En nuestra sociedad, el disfrute de los derechos sociales está vinculado a tener o no tener empleo y éste es hoy demasiado escaso y precario, por lo que el número de personas y familias que están perdiendo o tienen peligro de perder el acceso a esos derechos es muy elevado.

Lo vemos en la multitud de familias que son desahuciadas de sus viviendas o pueden serlo en breve.

Lo vemos en los jóvenes, que estando más preparados que nunca, no tienen empleo o el que tienen es tan inestable y precario que no les permite una vida independiente de sus padres y formar su propio hogar.

Lo vemos en tantos jubilados y pensionistas que tras muchos años de trabajo, la pensión no les da para llevar una vida digna y sin apuros, mientras ven cómo su cuerpo se deteriora, haciéndoles cada vez más dependientes y necesitados de ayuda. 

Lo vemos en parados de larga duración, con una edad en torno a los 50 años, que subsisten o malviven con indecentes trabajos en la economía sumergida o con pequeñas ayudas y que su perspectiva de futuro no alcanza a tener una base de cotización que garantice una pensión digna en su vejez.

Mirando alrededor nuestro, comprobamos a diario que la pérdida de esos derechos le está ocurriendo a tanta gente y con tanta frecuencia y sus consecuencias conllevan tanto sufrimiento y dolor que no podemos quedar impasibles ni ante el hecho ni ante sus causas.

Para construir una sociedad humanamente avanzada, necesitamos que el acceso a los derechos sociales se desvincule del acceso al empleo y concebir y tratar los derechos y prestaciones sociales en toda su amplitud, como algo debido a toda persona por el hecho de serlo.

Así mismo, es preciso conquistar el sentido del trabajo que no es empleo y reconocer el valor que para las personas y la sociedad tienen muchos trabajos que no son empleos (cuidado de mayores, niños, trabajo en asociaciones, ONGS…) y que, por no serlos se minusvaloran, minusvalorando también a las personas que los realizan. ¿Qué sería de la sociedad sin estos trabajos? Apreciando estos trabajos se abre la posibilidad de avanzar en humanización del trabajo. Porque el desafío social al que nos enfrentamos no es solo cómo distribuir de manera justa y digna el empleo, sino también como distribuir y reconocer socialmente todos los trabajos necesarios para la vida humana.

Para ello, es necesario liberar al empleo de su esclavitud economicista y caminar hacia la garantía universal de los derechos sociales, desvinculando estos del acceso al empleo y con independencia de la contribución individual a las prestaciones. Esto implica políticas fiscales más justas y redistributivas y avanzar en la implantación de una renta básica para todas las personas y familias. Renta desvinculada del empleo, ya que éste, por su escasez y precariedad no es capaz de satisfacer las necesidades básicas.

El Papa Francisco dice: “Ya no se trata simplemente del fenómeno de la explotación y de la opresión, sino de algo nuevo: con la exclusión queda afectada en su misma raíz la pertenencia a la sociedad en la que se vive, pues ya no se está en ella abajo, en la periferia, o sin poder, sino que se está fuera. Los excluidos no son «explotados» sino desechos, «sobrantes»”. (E G 53)

Caminar en esa dirección es una necesidad social, porque de lo contrario, vamos hacia la sociedad del descarte, como denuncia continuamente el Papa Francisco. Ello implica también que la política tiene que cambiar de objetivo: en vez de mirar el interés de los poderosos, debe mirar hacia las necesidades de los débiles, de los empobrecidos, no para hacer cosas por ellos, sino para ponerlos en el centro de la vida social y sentir, pensar y actuar con ellos.


José María García Gálvez
Militantes Hoac de Granada
(Publicado en Ideal de Granada - 19/5/15)



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