Evangelio en la Calle
¡Qué inmensa alegría la de una Iglesia y unos cristianos que se detienen (olvidándose de su propia carga) y dicen!: ¿Qué podemos hacer a favor de los acorralados injustamente, echados a la calle, emigrantes desprotegidos, enfermos sin consuelo y perdidos en sus serias dudas? ...
Éste es el milagro que se pide a la Iglesia, a ti y a mí hoy: ser caricia, consuelo y fuerza de Dios para los sentados al borde del camino. ...
Antonio Hernández-Carrillo
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