viernes, marzo 09, 2012

EL AYUNO QUE DIOS QUIERE ES ESTE



Evangelio en la calle

  
El capítulo 58 del libro de Isaías no tiene desperdicio y, junto con Mateo 6, 16-18, contiene un mensaje cargado de una fuerza profética y humana capaz de transformar las personas y los pueblos.

Este capítulo, después de que el profeta grita en nombre de Dios contra el ayuno basado en formas externas y no en la construcción de la fraternidad, dice así (versículos 6 y 7): El ayuno que yo quiero es éste: que abras las prisiones injustas, que desates las correas del yugo, que dejes libres a los oprimidos, que acabes con todas las tiranías, que compartas tu pan con el hambriento, que albergues a los pobres sin techo, que proporciones vestido al desnudo y que no te desentiendas de tus semejantes”

     Lógicamente, estas acciones liberadoras tienen hoy una traducción concreta que entre todos debemos buscar, pero no cabe duda que iría por estos caminos: que nadie se aproveche de la situación de paro tan alarmante para contratar a nadie con menos salario y en peores condiciones, que los bancos no puedan echar a nadie de sus casas por las hipotecas, que los que están en el poder tengan en cuenta a las víctimas de la sociedad, que no escurramos el hombro echando la culpa a los demás, que la fraternidad nos lleve a la austeridad…

       Entonces, sigue diciendo el profeta, la presencia de Dios envolverá nuestra vida, su fecundidad y su bendición nos acompañarán (8-12).

     Todas estas actuaciones no necesitan que andemos cariacontecidos o tristes, ni que desfiguremos nuestro rostro, ni que les hagamos propaganda… porque el Padre que ve en lo escondido, te premiará (Mateo 6,16-18).

     El ayuno, así entendido, se convierte en una fuerza transformadora con capacidad de poner patas arriba al mundo e ir construyendo otro en donde Dios sea verdaderamente nuestro Padre y nosotros seamos hermanos.

¡Dejemos ya de hacer ayunos para entretenernos en cuatro cositas sin importancia y pongamos nuestra vida en la gran tarea que Dios quiere!


Antonio Hernández Carrillo
¡TU! numero 136

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