sábado, noviembre 21, 2015

SOY YO, QUE HABLA CONTIGO (Jn 4,26)


 Evangelio en la calle 


Con esas palabras, dice el Evangelio, que se presenta Jesús de Nazaret a la samaritana, ante la afirmación previa que ella le hace sobre la llegada próxima del Mesías o Cristo. Pero esta manifestación fue consecuencia y fruto maduro de una larga conversación entre los dos que, por cierto, no terminó aquí sino que ella después lo presentó a sus paisanos. En ese diálogo hablaron de lo humano y lo divino: de la rivalidad entre judíos y samaritanos, del agua y de la forma de sacarla, de las tradiciones de sus dos pueblos, de la situación familiar de la mujer, de la forma y lugar para mejor acercarse a Dios, etc. (Evangelio de Juan 4, 1-41)

Pero si la conversación tuvo tintes profundos, también fue elocuente el lugar donde se dio el encuentro: junto a un pozo que, aparte de su significado simbólico y tradicional, es un lugar corriente, centro de vida, y situado en medio del campo. También llaman la atención los dos interlocutores: una mujer y Jesús, una samaritana y un judío. Cosa rarísima en aquel tiempo. Tanto es así que los discípulos se sorprenden (vers. 27) y la mujer le dice que cómo siendo judío le pide agua porque “los judíos no se trataban con los samaritanos” (vers. 8).

¡Cuántas conclusiones podemos sacar de este encuentro dichoso! Cada cual puede hacerlo fácilmente, sin necesidad de muchas elucubraciones.

Permitidme que señale dos: La primera: ¡Qué papel tan importante juega la mujer en el Evangelio! Son innumerables los textos que hacen alusión a la presencia femenina en la vida de Cristo y de la primitiva Iglesia. Este camino en la actualidad nos va a llevar muy lejos. A ver si fuera posible. Y segundo: Cualquier sitio es bueno para el encuentro con Jesús, cualquier… pero cuanto más vulgar y callejero, mejor. Ése es el Evangelio en la calle y la búsqueda de Dios en espíritu y verdad (vers. 23-24)..

En cualquier sitio, condición humana, situación y lugar, Jesús nos sigue diciendo: “Soy yo, que hablo contigo”.


Antonio Hernández-Carrillo
"TU" número 163

No hay comentarios: