Desde el Evangelio de Jesucristo y con la Doctrina Social de la Iglesia, defendemos con rotundidad que el ser humano debe ser el centro de la actividad económica y laboral. El respeto a la dignidad del trabajo que realiza, vinculado a la dignidad de su persona, debe ser el criterio central de una economía humanizadora al servicio del Hombre.
Las medidas que se están tomando para salir de la crisis económica y de valores que el neoliberalismo ha creado, ponen de manifiesto la creciente mercantilización y “cosificación” del trabajo humano, alejándose del principio, siempre defendido por la Iglesia, de la prioridad del trabajador frente al capital.
Cada día se hace más necesario superar las estructuras económicas y sociales injustas que tanto sufrimiento, deshumanización y pobreza están provocando en las personas.
Por ello, ante la perversión del sistema en el que vivimos y de las auténticas “estructuras de pecado” que lo sostienen” y mientras la Economía no ponga su centro en la satisfacción de las necesidades de todos los seres humanos, reivindicamos el derecho a percibir una “Renta Básica de Ciudadanía”, un salario social, justo y suficiente, universal e indiscriminado, que cubra los mínimos vitales de cualquier persona y de cualquier familia, para verdaderamente defender en la práctica la superior DIGNIDAD de la VIDA HUMANA.
Como todos los días uno (en Granada) y primeros viernes (en Motril) de los meses de este curso os invitamos a unirnos a nosotros para reflexionar y reivindicar juntos los Derechos Familiares de las Personas y los Derechos Sociales de las Familias contenidos en la CARTA EUROPEA PARA LAS FAMILIAS promovida por el Movimiento Europeo de Trabajadores Cristianos (MTCE) y que hoy mas que nunca consideramos esenciales preservar.
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