Con apenas dos horas de diferencia en el día de ayer perdieron la vida en el tajo dos obreros en nuestera provincia. Uno en Durcal y otro en Purullena, el primero supultado por un derrumbe en una escombrera y el segundo arrollado mientras espacía asfalto en la A-92.
Dos muertes que nunca debió producirse, que podía haberse evitado si se hubiesen observado las preceptivas medidas de seguridad.
¿Hasta cuándo los trabajadores, para ganarse la vida, van a tener que pagar tan alto precio?
¡Clama al cielo este goteo que no cesa!. Desde luego ¡clama al cielo! el dolor injusto que estas pérdida producen en las familias de los fallecidos, a los que desde aqui quisiéramos aliviar con nuestra solidaridad.
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