jueves, mayo 03, 2012

Por un COMPROMISO para construir la HUMANIDAD.

     El hombre es social por naturaleza. Es persona en cuanto relación con sus semejantes y con Dios. Las relaciones que rigen nuestra vida social  son en consecuencia obra del hombre y de su forma de entender la sociedad. La organización del sistema de producción y de consumo también es obra de sus manos y este no puede ser concebido contra el hombre sino a favor de él y de su humanización.

Sin embargo el hombre ve hoy pisoteados, humillados y aniquilados sus derechos sociales y laborales por las estructuras económicas que solo persiguen el beneficio privado, sin que la persona que es el trabajador pueda ser reconocida en su dignidad, haciendo de su labor y de las condiciones en las que esta se desarrolla un verdadero instrumento de esclavitud.

Como creyentes nuestro discernimiento nos debe ayudar hoy a descubrir lo que en el actual contexto histórico, en las condiciones de vida y trabajo de tantas familias, existe como freno y ocultamiento del Reino de Dios, para transformar la realidad y colaborar a construir humanidad. Es la vida humana, lo más importante para Dios, lo que está en juego.
 
     Es tiempo, por tanto, de la caridad política que no puede eludir la lucha por la justicia y que se ha de plasmar:
  • En formas de vida, personal y comunitaria, que propongan y hagan visibles estilos de vida alternativos, austeros, sostenibles y solidarios.
  • En compromiso en las organizaciones del mundo obrero, para que éstas coloquen en el centro de sus reivindicaciones y proyectos a los sectores más empobrecidos.
  • En denuncia de las políticas que generan desigualdad y rompen la vida humana y el desarrollo del trabajo como principio de vida.
  • En gestos que prioricen la preocupación por el mundo del trabajo en las planificaciones de nuestras Iglesias diocesanas.
  • En la difusión y fidelidad de los principios y orientaciones que la Doctrina Social de la Iglesia propone. Así ayudaremos a la sociedad a encontrar respuestas éticas a la actual crisis que vivimos. 
         Esta acción y compromiso son fundamentales para ofrecer a Jesucristo como Buena Noticia en el mundo obrero y del trabajo, como propuesta de vida personal y social.


          Como todos los días uno (en Granada) y primeros viernes (en Motril) de los meses de este curso os invitamos a unirnos a nosotros para reflexionar y reivindicar juntos los Derechos Familiares de las Personas y los Derechos Sociales de las Familias contenidos en la CARTA EUROPEA PARA LAS FAMILIAS promovida por el Movimiento Europeo de Trabajadores Cristianos (MTCE) y que hoy mas que nunca consideramos esenciales preservar. 

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