domingo, abril 13, 2014

UNA CONVERSACIÓN INTERESANTE


 Evangelio en la calle 
         
 En el Evangelio aparece muchas veces Jesús de Nazaret conversando con la gente. Entre estas conversaciones la más conocida y completa puede que sea la que narra el Evangelio de Juan 4, 5-42. Los dos conversadores son Cristo y una samaritana. El lugar en donde se realiza: los alrededores del pozo de Jacob.

Recordemos: Jesús pide agua a aquella buena mujer. “dame de beber” le dice. La samaritana se extraña de aquella petición y, a propósito del agua, realizan una conversación que va desde el agua de beber hasta otra nueva agua que le ofrece Jesús “que se convertirá en su interior en un manantial que salta hasta la vida eterna” y entonces la mujer le pide: “dame esa agua”.
 

 La conversación no termina aquí sino que el Maestro le sigue hablando de la forma de encontrarse con Dios en la búsqueda de la verdad de tal manera que ella, entusiasmada, se convierte en discípula y anunciadora de Cristo a sus paisanos.

Merece la pena leer (una vez más) este capítulo. Tiene una inmensa riqueza. Yo me fijo en la conversación. Sin duda, es un modelo para las conversaciones con los prójimos en los distintos pozos de Jacob de nuestros caminos.


En todas nuestras conversaciones podemos pasar de lo más común y cotidiano a aspectos que nos superan, sobrepasan, atormentan o nos dan alas. Así lo hizo nuestro profeta: desde la cotidianidad del pozo y del agua a los problemas y esperanzas más profundos, desde lo mundano hasta lo eterno.

Se puede empezar hablando del futbol, del tiempo, de la última noticia del barrio para continuar conversando de lo mal que está la vida de los trabajadores, de cómo podía ser de otra manera, de la necesidad que tenemos los unos de los otros, del misterio que encierra la existencia humana, de la dignidad de la persona, del Dios de la liberación

Eso sí, en toda conversación hay que huir de dos extremos: sermonear y sestear.

La conversación de Cristo con la samaritana siempre será un ejemplo de buena e interesante conversación.


Antonio Hernández-Carrillo
"TU" número 153

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